Robots colaborativos

Para conocer las claves de la automatización en su forma más puntera hablamos con Xavi García, fundador y CEO de Robottions, la startup que en apenas cuatro años se ha convertido en una referencia en su sector. Trabajan integrando robots para el sector industrial, facilitando el día a día a los trabajadores y ahorrando dinero a las empresas.

Miguel Ángel (FastLean): ¿Cómo nace Robottions?

Xavier García Gandía: Robottions nace de una inquietud personal por la robótica después de 20 años trabajando por todo el mundo y dedicado como Freelance, a la integración de robots, automatizando procesos y plantas, para grandes ingenierías y empresas de automatización. Las cosas no se hacían como a mí me hubiese gustado, encontrándome en medio de los proveedores y el cliente. Quería volver a casa para, todo lo que aplicaba por todo el mundo, ponerlo en valor aquí.

Una inquietud y una necesidad del mercado detectada por Xavi en la cual quería aportar todos los conocimientos adquiridos por el mundo, aquí a la Comunidad Valenciana, llevaron al nacimiento de Robotic Solutions, Robottions que en 4 años ha pasado de ser una única persona para tener ya más de 20 empleados y trabajar en proyectos tanto en España como en diferentes países europeos.

Algo que hace especial a Robottions es que tienen muy claro el objetivo al que tiene que dirigirse la robótica. Trabajan para la AUTOMATIZACIÓN, en mayúsculas, buscando sustituir las tareas molestas, aburridas, monótonas o poco ergonómicas. Tal y como nos dicen buscan “sustituir procesos, no personas”. De este modo el personal puede dedicarse a los trabajos que aportan verdadero valor.

MA: - ¿Cómo definirías qué es un Robot Colaborativo? Y ¿de dónde surgen este tipo de robots?

X: - La idea del robot colaborativo nació de una necesidad hace unos 25 años. Comenzó con un desarrollo en EEUU, pero no fue exitoso. En Europa surgió Universal Robots, a quiénes podemos considerar en nuestro continente como los padres de la robótica colaborativa. Los fundadores venían del mundo universitario, con ideas frescas y con nuevas ideas de programación.

Como bien explica Xavi “los robots colaborativos son como un juguete venido a más” y estos robots aplican el “no code: programar sin saber programar” lo que todavía facilita más la potencial integración en el mundo empresarial de hoy en día a todos los niveles.

Son elementos “colaborativos, que pueden trabajar codo a codo con una persona. Son totalmente inocuos, y no van a provocar lesiones a las personas en caso de choque con ellas”. Son robots “con multitud de sensores en todas sus articulaciones que, en caso de golpearte, se paran, se quedan como estáticos hasta que puedas resetearlos”.

Según comenta Xavi, “lo mejor de los robots es que no necesitan el perímetro de seguridad” que sí exigen los robots industriales, siempre teniendo en cuenta la pieza que van a manipular.

Son robots “de muy poco peso, que no necesitan motores y estructuras potentes”. Su relación peso propio y peso a transportar es muy alta, es decir, transportan pesos altos respecto a su propio peso.

MA: - Según tu experiencia, ¿en qué aplicaciones y sectores se pueden utilizar este tipo de robots y realmente se extrae la máxima capacidad de esta tecnología de automatización?

X: - Los primeros robots colaborativos se empezaron a utilizar alimentando centros CNC (máquinas herramienta) de mecanizado, alimentando y descargando piezas de los centros de mecanizado, realizando las mismas funciones que las personas podrían realizar de manera repetitiva”.

Como su peso es tan bajo “cuando terminan una máquina, se pueden apartar y guardar, o cargar un nuevo programa y utilizarlo en otro proceso repetitivo”. Básicamente, aplicaciones muy industriales donde reemplazan a las personas en procesos repetitivos que son muy poco o nada motivantes.

Otras de las aplicaciones más comunes de este tipo de automatización “son procesos de paletización. Su alta sensorización permite manipular sin romper el elemento que están manipulando, como, por ejemplo, empaquetando huevos. Son robots que detectan muy bien el peso y la fuerza con la que actúan”.

Posteriormente a los procesos de manipulado se emplearon en las fábricas de montaje de automóviles en procesos de “aplicación de colas, procesos de soldadura, atornillado, taladrado, … colgados de los ingrávidos de las secciones de montaje, a pesar de que alguno de estos procesos puede no ser muy colaborativo”.

Xavi nos comenta que una aplicación curiosa y poco conocida es el empleo de los robots colaborativos en el mundo teatral. “Se programan robots colaborativos en espectáculos de danza totalmente coordinados con las personas que interpretan la danza y coordinados con la música”.

Lo más actual lo encontramos en procesos de restauración como por ejemplo: “aplicación de robots colaborativos preparando y cocinando pizzas”. Aquí no hay interacción con las personas y todo el proceso es realizado por el robot.

La anécdota queda en el “robot que cocina paellas”... Está por verse si es algo que tendrá futuro o no.

MA: - ¿Cuál es la gran diferencia entre un robot colaborativo y un robot industrial?

X: - Básicamente tenemos dos diferencias:

• Peso que puede mover el robot colaborativo: Debe ser menor a 50 kg para que no haya peligro de vuelco o de inoperatividad del robot. El robot industrial en cambio puede llegar a mover hasta 2000/2500 kg.
• Tiempos de ciclo: Es la velocidad a la cual se mueve el robot. Los actuales fabricantes de robots industriales compiten en reducir ese tiempo de ciclo. En un robot colaborativo, la velocidad no puede ser alta, básicamente por el entorno en el que se instalan, y la interacción con las personas está limitada por la inercia y por el peso a mover. Por otro lado, la seguridad siempre nos obligará a tener un recinto cerrado para los robots industriales.

Una diferenciación importante de los robots colaborativos respecto a los industriales es “la facilidad de programación de los primeros” y la “compatibilidad de los elementos de manipulación que se instalan en el extremo del robot entre los diferentes fabricantes de accesorios de los robots industriales. La han hecho moderna y se suministran estos accesorios con los plug-ins en un pendrive que facilita enormemente su puesta en marcha”.

Xavi nos comenta que “los fabricantes de los robots industriales están trabajando cada vez más en introducir productos dentro del mercado de los robots colaborativos además buscando la convertibilidad de industrial a colaborativo de un mismo robot en función de las necesidades de automatización”.

MA: - ¿Es necesario que el robot colaborativo esté en un lugar fijo o es posible que se vaya moviendo, por ejemplo, acoplado a un AGV? Ejemplos.

X: - Uno de los ejemplos más claros es el mundo agro, la agro robótica (robótica aplicada al regado, plantado, control, recolección,… en el campo) que está empezando a utilizar con bastante éxito los robots colaborativos sobre AGV’s o robots móviles.

En el mundo agrícola, se encontraron con irregularidades en el terreno, invernaderos, espacio cambiante,… que solamente con AGV’s adaptados a este tipo de terrenos, y con un robot colaborativo acoplado consiguen la automatización de procesos de plantado, recolección, regado,, desde robots de 3 kg hasta robots de 100 kg.

También se están aplicando los robots colaborativos encima de robots móviles “con extrusoras de cemento para construcción de casas, va mucho más allá de impresoras 3D. Se trata de impresoras 3D de hormigón y cemento. Robots colaborativos con una boquilla extrusora que permiten realizar esos trabajos de construcción.”

MA: - Las empresas pensarán que programar y manejar un robot colaborativo requiere de perfiles de personas con alta formación y/o especialistas en robótica o en programación. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

X: - Aunque puede sonar generalista, cualquier persona con una formación de 8 horas está programando un robot colaborativo bien programado. Cualquier persona con 2/3 horas de curso de programación ya está realizando movimientos del robot coordinados y sin problemas.

Sigue añadiendo Xavi: “la interfaz de programación y sencillez de uso, los propios trabajadores que están junto al robot, serían capaces de poder programar el robot con una formación básica sin necesidad de depender del técnico experto del proveedor de robot que tenga que venir cada vez que haya que programar o cambiar algo, si no que con poca formación y con ganas, tienes personal en casa que lo programan”.

La ventaja es la “facilidad de integración. Ya no dependes del fabricante del robot al que quedas atado para siempre cuando compras un robot”.

El entorno de programación es tan intuitivo y sencillo que el propio personal “demanda más horas de formación robótica colaborativa”.

MA: - Los empresarios, y normalmente los responsables financieros, se preguntarán sobre el precio de estos robots, pero lo más importante sería ¿cuál es el periodo medio de amortización o en cuánto tiempo, en promedio, tendremos el retorno de una inversión en un Robot Colaborativo?

X: - Es complicado dar un dato, pero el ejemplo práctico del operario de las máquinas CNC que es sustituido por el robot colaborativo para cargar y descargar piezas, hablamos del salario de un operario. La inversión puede oscilar entre 40k€ y 50k€ de este tipo de proyecto, nos lleva a que, en menos de 2 años, la inversión está totalmente amortizada.

En proyectos de mayor envergadura, donde el nivel de automatización pueda ser mayor, habría que analizar bien todo el ROI del proyecto.

MA: - Por último, ¿qué recomendarías que hiciesen las empresas cuando empiezan a plantearse la opción de instalar uno o varios robots colaborativos? ¿Por dónde comenzar?

X: - A pesar de ser una inversión de automatización de un coste relativamente baja en cuanto al mundo de la robótica, hay que trabajar en una estrategia, en un análisis previo.

Las empresas “quieren automatizar, automatizar,… ponedme un robot”… Como Xavi bien nos ha estado indicando es: “el análisis de la automatización de los procesos es fundamental, bien para instalar un robot o bien para cualquier automatización, hay que realizar un buen análisis operativo, de estándares, procesos con un enfoque lean que permita optimizar la interacción de esa celda de automatización con el resto de las áreas productivas y logísticas.”

Las empresas, continúa Xavi, “deben tener definido el proceso, como interacciona con el resto de la fábrica, ya que el robot hay que integrarlo dentro del ecosistema de la empresa”. “Deben tener muy claro que quieren”.

Xavi concluye comentándonos: “Hay que pensar en la situación actual, pero también en una situación futura para que la inversión no se quede ahí y nos sirva para que el robot no sea un “pegote” y entre en armonía con lo que vaya a haber”.

Como cierre, Xavi nos deja tres grandes afirmaciones a tener en cuenta:

• “La gente debe perder el miedo a la robótica”.
• “No piensen que la robótica ha venido para echar a los trabajadores, si no al revés, cuanta más automatización más personal se contrata”.
• “Dejarse asesorar por profesionales, que pierdan el miedo a preguntar y que resuelvan todas sus dudas”.