06/06/2022
Transformación Digital
Miguel Ángel
“Ahora no es el momento”, “la coyuntura no acompaña”, “no tenemos presupuesto”, “tu propuesta y planteamiento son lógicos, pero la situación está mal”, …
… son algunas de las respuestas típicas que nos encontramos hoy en día en numerosas empresas cuando les planteamos un proyecto de análisis de ingeniería operacional en vistas a preparar su empresa para la nueva era de la industria 4.0.
Y yo me pregunto, ¿cuándo será el momento para el cambio? ¿Cuando igual es demasiado tarde y realmente sí que será costoso o el negocio estará en riesgo alto de desaparición?
Creo que debemos ser conscientes de que estamos en un cambio de época y no en una época de cambio como algunos piensan y que hay que actuar antes de que sea demasiado tarde.
No se trata de cambiar algunos aspectos de las empresas, instalando una u otra tecnología de digitalización y así cubrir el “expediente” como la gran mayoría está proponiendo.
Lo que el mercado está exigiendo va mucho más allá.
Va de empresas que sean eficientes, que tengan una alta productividad, que tengan un compromiso real con los objetivos de desarrollo sostenible, que sean respetuosas con el medio ambiente y, sobre todo, que sean más humanas, más centradas en las personas a pesar de poder invertir más y más en tecnologías cada vez más modernas.
El porcentaje de negocios y empresas que se han parado, han optado por una vista cenital y han observado su negocio con una visión global y estratégica, es relativamente bajo.
Todos conocemos la historia de las últimas décadas. Hemos estado alternando épocas de bonanza con otras de crisis, y todas ellas se han ido repitiendo con mayor o menor frecuencia y también con mayor o menor duración. Los datos y la historia reflejan que las empresas que durante épocas de crisis han sabido adaptarse y prepararse han salido luego en primera línea cuando la crisis ha pasado y han seguido multiplicando sus éxitos.
Al contrario que las empresas que no optan por ese análisis global de su situación, por plantearse cambios estratégicos. Cuando las épocas de crisis terminan, estas empresas, si han tenido la suerte de sobrevivir, entrarán en la época de bonanza en la parte trasera del pelotón, junto al famoso “coche escoba”.
Una empresa movida por una filosofía de mejora continua, a la que pueden acompañar a posteriori gran cantidad de herramientas tecnológicas, es capaz de multiplicar sus beneficios y ser todavía más competitiva. Los datos nos indican que empresas que ya están trabajando con una filosofía Lean, implementada a lo largo y ancho de la organización, pueden reducir en porcentajes significativos sus costes en todas las áreas:
Estos son algunos beneficios de implementar la tecnología una vez tenemos los negocios optimizados con un perfecto e interiorizado enfoque global de mejora continua.
La literatura actual parece creer también que la gestión LEAN es la estrategia más adecuada para una transformación digital. El grupo GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon), por ejemplo, o los gigantes web como Twitter, LinkedIn o WordPress, o incluso Pixar, han declarado más o menos abiertamente que la transformación digital en la producción sólo es posible con principios lean. En su autobiografía, el CEO de Pixar, Ed Catmull, escribió: “Toyota ha sido una fuente de inspiración incomparable para mí en la formación de mi liderazgo que desarrollé para promover la creatividad”.
Pensemos por ejemplo en UBER. Hoy en día cuesta menos de 20 segundos pedir un taxi que normalmente lo tenemos a nuestra disposición en menos de 5 minutos. Hace una década esto sería inimaginable.
Un ejemplo de cómo las organizaciones deben centrarse en las personas es Google. Los fundadores dicen que, cuando comenzaron, rechazaron el enfoque tradicional de gestión y decidieron partir de dos principios básicos:
Y ahora está claro que lo que a muchas empresas les falta hoy en día es ese segundo punto: las personas.
Por eso es importante empezar con lo que tenemos dentro: la clave es tratar de convertir a todos en tu organización en “personas creativas de manera inteligente”. Y esto es exactamente con lo que la filosofía Lean puede ayudar.
El principal motor de una transformación digital no es una App, el uso de la inteligencia artificial o del big data, sino la capacidad de escuchar y resolver cada uno de los problemas que encuentran tus usuarios.
Así pues, hora de parar, analizar estratégicamente y preparar un adecuado plan de transformación conducido por una filosofía LEAN, acompañado de las tecnologías más adecuadas a tu negocio y siempre centrado en el desarrollar a las personas y el talento de tu organización.